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martes, 16 de diciembre de 2014

¿ Que vieron las personas en Jesús ?

por Pastor Fernando Belliard.


SAN JUAN 19:5 Y salió Jesús, llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Y Pilato les dijo: !!He aquí el hombre!



Pilato vió un inocente Juan 18:38
Los lideres de Israel vieron a alguien al que odiaban 
El pueblo estaba ciego y desorientado
Los soldados vieron apenas a un judío despreciable
Judas vió su propia culpa Mateo 27:4 
Las mujeres vieron sus dolores
El centurión vió al hijo de Dios Mateo 27:54
El ladrón vió en la cruz a su Salvador Lucas 23:39
Que vemos nosotros en Jesús Juan 1:29
, El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo Hechos 4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.


Que verá Israel en Jesús Apocalipsis 1:7 He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.

¿Nació Jesús en Belén?


Un análisis crítico a la luz de la «crítica de las formas»


Héctor B. Olea C.

El que Jesús nació en Belén, para la mayoría de los cristianos y cristianas, es un asunto que no está en discusión. Sin embargo, una lectura detenida, comparativa y crítica de los datos que nos proporcionan los evangelios, no nos permiten estar tan seguros.

De todos modos hay que evitar confundir la discusión sobre los datos y algunos detalles acerca de su nacimiento con la actitud escéptica que pretende negar su real e indiscutible existencia. Jesús fue un personaje histórico, concreto, real, que vivió en Palestina en el siglo primero de la era común, aunque algunos 4 o 6 años antes de lo que pensamos.

¿En qué consiste la «Crítica de las formas»?

Una definición que vamos asumimos en este trabajo es la que nos da el biblista Gerhard Lohfink en su muy conocida obra «Ahora entiendo la Biblia», cito: “La crítica de las formas consiste simplemente en el descubrimiento y descripción de las manifestaciones orales o escritas que han pasado en formas fijas, estereotipadas, al lenguaje corriente y a la literatura, y en la determinación de su intención literaria y de su contexto histórico-existencial (Sitz im Leben)” (página 39). 

De todos modos, introduzco aquí la definición de la «Crítica de las formas», sólo por el título que lleva esta nota; pero no abundaré más, pues será en la tercera y última parte de esta serie, donde abordaré en detalles este aspecto en relación a los relatos de anunciación de Mateo y de Lucas.

I) Uso de la palabra “Belén en el NT

En el Nuevo Testamento se hacen ocho (8) menciones de la palabra  “Belén”, en ocho (8) versículos y sólo en tres capítulos, veamos:

Mateo 2.1 “Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos.”

Mateo 2.5 “Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta”.

Mateo 2.6 “Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel.”

Mateo  2.8 “Y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.”

Mateo 2.16 “Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos.”

Lucas 2.4 “Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David.”

¿Qué sugiere este pasaje de Lucas? ¿En qué se diferencia de Mateo?

Las menciones de la ciudad de Belén en Mateo sugieren que José y María vivían en Belén, y no supone que fuera en Nazaret. Lucas, al contrario, parte del supuesto de que el José y María vivían en Nazaret, y por causa del censo tuvieron ir a Belén, donde vino a nacer el niño.

Lucas 2.15 “Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.”

Esta mención hay que se comprende a la luz de lo dicho respecto del pasaje anterior.

Juan 7.42 “¿No dice la Escritura que del linaje de David, y de la aldea de Belén, de donde era David, ha de venir el Cristo?”

Tomando en cuenta los versículos 40-43, se puede comprender mejor la disputa a la que hace referencia el autor de este evangelio, y que viene a confirmar las distintas posturas y discusiones que había respecto a la ciudad de origen del Jesús en el mismo primer siglo, y más aun, pues el relato de Juan lo retrotrae a los días mismos del Jesús histórico. Veamos: 

Juan 7.40-43: 40Entonces algunos de la multitud, oyendo estas palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta. 41Otros decían: Este es el Cristo. Pero algunos decían: ¿De Galilea ha de venir el Cristo? 42¿No dice la Escritura que del linaje de David, y de la aldea de Belén, de donde era David, ha de venir el Cristo? 43Hubo entonces disensión entre la gente a causa de él.

Si hay algo en respecto de lo cual parecía haber un consenso es que Jesús era de Galilea. Por otro lado, nadie parece conocer que Jesús hubiera nacido en Belén.

Este análisis de las menciones de la palabra “Belén” demuestra de manera contundente que las únicas referencias al hecho de que Jesús nació en Belén solo las encontramos en el NT específicamente en los dos relatos del nacimiento Jesús, de Mateo y Lucas, y como parte de una cristología de la concepción. Fuera del contexto de estos dos relatos nacimiento, y de esta cristología de la concepción, no vemos que el Nuevo Testamento tenga dudas de que Jesús haya nacido en Nazaret.

II) La evidencia del NT en torno al nacimiento de Jesús en Nazaret

Con relación a la idea de que Jesús era de Nazaret, los evangelios no arrojan duda al respecto. Consideremos algunos textos a manera de ilustración.

Marcos 6.1 “Salió Jesús de allí y vino a su tierra, y le seguían sus discípulos” (compárese Mateo 13-53-54; Lucas 4.16; Juan 1.43-46).

Marcos 1.9 “Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán.”

Marcos 14.67 “Y cuando vio a Pedro que se calentaba, mirándole, dijo: Tú también estabas con Jesús el nazareno.”

Marcos 16.6 “6Mas él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron.”

Mateo 4.12-13 “12Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea; 13y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neptalí.”

Mateo 26.71 “71Saliendo él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También éste estaba con Jesús el nazareno.”

Lucas 4.16 “Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo* entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer.”

Lucas 24.19 “19Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo.”

Juan 1.45 “Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret.”

Juan 18.5 “5Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les dijo: Yo soy. Y estaba también con ellos Judas, el que le entregaba.”

Juan 19.19 “19Escribió también Pilato un título, que puso sobre la cruz, el cual decía: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS.” Respecto al texto de la inscripción o título que se puso encima de la cruz, no puedo dejar de destacar que sólo Juan incluye el calificativo “nazareno”. Los sinópticos no incluyen este calificativo, considérese Marcos 15.26; Mateo 27.37; Lucas 23.38.

Ante esta realidad son muchas las obras que teniendo a Jesús como el personaje central, se identifican con un título que da por sentado que Jesús nació en Nazaret, y no en Belén. Algunas de estas son: 1) «Jesús de Nazaret», de Gunter Bornkamm, publicada en español por Ediciones Sígueme a partir de 1975. 2) «Jesús de Nazaret» (mensaje e historia), de Joachim Gnilka, publicado en español por Herder a partir de 1993. 3) «Redescubrir a Jesús de Nazaret», de James D. G. Dunn, publicada en español por Ediciones Sígueme en 2006. 4) «Jesús de Nazaret», de Benedicto XVI, publicada por la librería vaticana Editrice en el año 2007.

También me es oportuno señalar que existen otras obras de investigación que, aunque no asumen como título a «Jesús de Nazaret», sí dan por sentado que los orígenes de Jesús están en Nazaret de Galilea. Entre estas: 1) «Jesús y el Judaísmo», de E. P. Sanders, publicada en español por Editorial Trotta en 2004. 2) «La figura histórica de Jesús», también de E. P. Sanders, publicada en español por Verbo Divino en el año 2000. 3) «El Jesús de Galilea» (aportaciones desde la arqueología), de Jonathan L. Redd, publicada por Ediciones Sígueme en 2006. 4) «Jesús, el profeta judío apocalíptico», de Bart D. Ehrman, publicada en español por Paidós Orígenes en 2001. 5) «El Jesús histórico», de Gerd Theissen y Annette Merz, publicada en español por Ediciones Sígueme en 1999.

Una obra que pone de manifiesto la dificultad de sumir a “Belén” como lugar histórico del nacimiento de Jesús, es «El Nacimiento del Mesías», de Raymond E. Brown, publicada en español por Ediciones Cristiandad en 1982.

Raymond E. Brown sostiene: “No sólo no se habla en el resto del NT de Belén como lugar de nacimiento de Jesús, sino que hay pruebas positivas que señalan a Nazaret como su ciudad de nacimiento y a Galilea como su región nativa, su patris. Cuando Mateo y Lucas emplean este término, puesto que ya habían afirmado que Jesús había nacido en Belén, patris significa el lugar en que Jesús se crió, en conformidad con Mateo 2.22-23 y Lucas 2.51, dato geográfico  que sirve de transición al final de los respectivos relatos de la infancia.

Sin embargo, ya que Mateo y Lucas parecen haber tomado el término de Marcos (Marcos 6.1, 4 y paralelos), que no manifiesta ningún conocimiento del nacimiento en Belén, es posible que originalmente patris, aplicado a Nazaret y Galilea, significara el lugar donde Jesús nació. De hecho, en el diálogo de Marcos 6.2-3 ninguno de los vecinos parece saber que Jesús tuviera unos comienzos prometedores por haber nacido en la ciudad davídica de Belén. Los vecinos se maravillan de que Jesús haya llegado a ser una figura religiosa de relieve, precisamente porque esa fama no había sido precedida de nada extraordinario en su anterior situación familiar de Nazaret. En el cuarto evangelio (1.46; 7.41-42, 52) hay leves referencias al origen galileo de Jesús que demuestran que la gente no tenía idea de que hubiera nacido en otra parte” (Obra citada, páginas 539 y 549).


¡Hasta la próxima!