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sábado, 20 de diciembre de 2014

Donde nació Jesús, en un pesebre o un establo?



“Y lo acostó en un establo…”
¿No fue en un «pesebre»?

Héctor B. Olea C.

Por muchos años, en cada celebración navideña, escuchamos la expresión “y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre” (Lucas 2.7). Lo curioso es que la palabra griega que se traduce “pesebre”“fátne” es ambigua. Por ejemplo, el Léxico griego-español del NT de Alfred E. Tuggy define a “fátne” como: “Pesebre”, “establo”.  

Vale decir que igual definición encontramos en otros léxicos griegos que no voy a mencionar en este artículo.

Pero lo interesante es que consultando léxicos o diccionarios de la lengua española también constatamos la misma ambigüedad. Por ejemplo, el Diccionario Anaya de la Lengua, define “pesebre”, por un lado, como “el cajón donde se le hecha el alimento o comida a los animales”, y por el otro, como “el sitio donde come el ganado”.

El Diccionario de la lengua española disponible en la página Web de la Real Academia Española, define a “pesebre”, en la siguiente manera: 1) Especie de cajón donde comen las bestias”. 2) “Sitio destinado para este fin”.

Entonces, dada la referida ambigüedad tanto en el castellano como en el idioma griego del Nuevo Testamento, surge la pregunta: ¿Dónde fue colocado realmente el niño Jesús? ¿Qué fue lo que realmente quiso decir Lucas? 1) ¿Que el niño fue acostado en establo (el lugar para guardar el ganado), como antítesis del mesón? 2) ¿Que el niño fue acostado en el “pesebre”, pensando en el cajón donde se le echaba el alimento a los animales?

Pienso que para tratar de entender un poco la problemática en cuestión, debemos considerar el uso de la palabra griega “fátne” en el resto de la Biblia, y otros factores que no ignoraré en este análisis.

En el Nuevo Testamento griego la palabra “fátne” se encuentra sólo en cuatro ocasiones, y todas únicamente en el evangelio de Lucas. Es decir que “fátne” en el Nuevo Testamento es una palabra típicamente lucana. A continuación, los pasajes de Lucas donde encontramos a “fátne”, tomando como referencia la versión Reina Valera de 1960:

Lucas 2.7 “Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.”

Lucas 2.12 “Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.”

Lucas 2.16 “Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.”

Lucas 13.15 “Entonces el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el día de reposo su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber?”  

Después de considerar estos pasajes, nos preguntamos, ¿cuál será el sentido o acepción que parece tener la palabra “fátne” en estos pasajes por el contexto? ¿Va en la línea correcta la versión Reina Valera cuando favorece la traducción “pesebre” en los cuatro pasajes? ¿Es posible que en algunos de estos, sino en todos, la traducción más adecuada sea “establo”? ¿Cuál será la idea que se hace el lector y lectora cuando lee “pesebre” en estos cuatro pasajes de Lucas? 

Consideremos, pues, uno a uno, cada pasaje en particular.

1) Lucas 2.7 “Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.”

A primera vista parece que la traducción “pesebre” es la adecuada en este pasaje, no obstante, cuando notamos el contraste con la expresión “porque no había lugar en el mesón”, cabe preguntarse si lo que se está contrastando no es tanto “el cajón” donde comían los animales, y el “mesón”; sino el “mesón”, y el “establo” (“fátne”) como el lugar donde se guardaba el ganado.

Sobre la palabra “mesón” diré lo siguiente. La palabra “mesón” se encuentra en el Nuevo Testamento en la versión Reina Valera de 1960 en sólo dos ocasiones y solamente en el evangelio de Lucas, a saber, en 2.7 y 10.34. sin embargo, la palabra griega que se traduce “mesón” Lucas 2.7 es “katáluma”, que, por cierto, es traducida como “aposento” en misma Reina Valera de 1960 en Marcos 14.14 y Lucas 22.11, significa: cuarto, habitación, mesón. El comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo II, el Nuevo Testamento, hablando acerca del mesón dice: “Edificio cuadrado, con patio abierto en el centro, donde se alojaban los viajeros, y cuyas partes posteriores se usaban como establos para los animales”.

Por otro lado, la palabra que se traduce “mesón” en Lucas 10.34 no es “katáluma”, sino otra, “pandojéion” y significa por igual, “mesón”, “posada”, “alojamiento”

El Comentario Bíblico San Jerónimo habla de “katáluma” con las siguientes palabras: “La palabra katáluma significa una habitación huésped o para comer (Le 22,11). Como la habitación exterior anexa a la cueva ya estaba completamente ocupada o al menos no permitía la intimidad, José llevó a María dentro de la cueva, donde se albergaban de ordinario los animales domésticos”.

En el mismo contexto y pasaje, Lucas 2.7, el mismo Comentario Bíblico San Jerónimo dice lo siguiente sobre la palabra “pesebre”: “Lo envolvió en pañales: en largas tiras de lienzo, según la costumbre de Palestina, para que el niño creciera fuerte y alto, pesebre: Jesús nació en una de las cuevas que se encuentran en las colinas que rodean Belén. A veces se usaban estas cuevas como viviendas, añadiéndoles un cobertizo a la entrada; los animales propiedad de la familia se estabulaban también en la misma cueva.”

Ahora bien, después de considerar los datos expuestos, creo que una mejor traducción de“fátne” en Lucas 2.7 es “establo”. Pero, ¿habrá alguna versión de la Biblia que favorezca mi punto de vista? Claro que sí, la Versión Popular Dios Habla Hoy, observemos: Y allí nació su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en el establo, porque no había alojamiento para ellos en el mesón.

Por otro lado, un factor que no debemos perder de vista es que el famoso cuadro del nacimiento, que nos presenta a María, a José, y al niño acostado en una canasta (“pesebre”), es más bien el resultado de un invento de San Francisco de Asís (año 1223 d. E.). Lo interesante es que la imagen de este famoso cuadro muy probablemente ha sido un factor decisivo en la persistencia de una interpretación y traducción que no son las más correctas de la palabra “fátne” (pesebre o establo).

Lo que quiero destacar es que la idea que por lo general subyace en la mente del lector y lectora al leer la palabra “pesebre” en Lucas 2:7 está asociada con el cuadro del nacimiento que nos presenta el invento de San Francisco de Asís. Entonces cabe la pregunta: ¿Habría la posibilidad de que el lector y la lectora interpretaran la palabra “pesebre” como la canasta donde supuestamente se acostó al niño, y no como el establo (lugar cerrado donde se guardaba el ganado), si no hubiera existido el invento de “los nacimientos” de San Francisco de Asís?

¿Hasta dónde revela la Reina Valera (y las demás versiones que en este caso traducen como ella) una influencia de la tradicional forma de ver el nacimiento de Jesús, a partir del invento de San Francisco de Asís, al traducir la palabra griega “fátne” como “pesebre” y no como “establo”, como la Versión Popular Dios Habla Hoy, en Lucas 2:7? Realmente no tengo la respuesta definitiva a esta pregunta, y la verdad es que no sé si la tenga; no obstante, algo que sí es cierto es que para cuando se hizo la primera edición de la serie Reina Valera (la Biblia de Casiodoro de Reina, en 1569, la famosa Biblia del Oso) ya debía ser bien conocida la tradición de los nacimientos inventados por San Francisco de Asís.

Además, tampoco podemos eliminar la posibilidad de que con la traducción “pesebre” y no“establo”, las versiones de la Biblia, como lo pone de manifiesto el diccionario de la Real Academia Española (1) “Especie de cajón donde comen las bestias”. 2) “Sitio destinado para este fin”), hayan estado pensado en el segundo sentido de la palabra “pesebre”. Pero yendo todavía un poco más lejos, cabría la pregunta: ¿Hasta dónde el invento de San Francisco de Asís ha influenciado a la Real Academia Española para hacer que ésta asuma como primera acepción de la palabra “pesebre”, “el cajón donde comían las bestias”?

No quiero concluir esta parte sin dejar de decir que curiosamente la Real Academia Española tiene como tercera acepción de la palabra “pesebre” precisamente la idea del “nacimiento de Asís”: Nacimiento  (II representación del de Jesucristo).

Finamente, tengo que decir que la ambigüedad que existe respecto de la palabra “pesebre”en griego y en castellano, no existe, sin embargo, en el uso de la palabra “establo”. Concluyo esta parte citando la definición que ofrece el Diccionario de la Real Academia Española de la palabra “establo”Lugar cubierto en que se encierra ganado para su descanso y alimentación”.

2) Lucas 2.12 “Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.”

Respecto de este pasaje, atendiendo a todo lo dicho en el caso anterior, vuelvo a concordar con la Versión Popular Dios Habla Hoy: Como señal, encontrarán ustedes al niño envuelto en pañales y acostado en un establo.

3) Lucas 2.16 “Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.”

Aquí vuelvo a repetir lo que ya dije que, atendiendo a todo lo dicho en el caso anterior, vuelvo a concordar con la Versión Popular Dios Habla Hoy: Fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño acostado  en el establo.”

4) Lucas 13.15 “Entonces el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el día de reposo su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber?” 

Respecto de este pasaje, creo que “establo” es mejor traducción que “pesebre”. No obstante, en este caso, la Versión Popular Dios Habla Hoy no usa ni “pesebre” ni “establo”, veamos: “El Señor le contestó: —Hipócritas, ¿no desata cualquiera de ustedes su buey o su burro en sábado, para llevarlo a tomar agua?”   

Ahora, como nota adicional, quiero analizar brevemente el uso de la palabra “fátne” en el Antiguo Testamento griego la Septuaginta (LXX).

Pues bien, la palabra “fátne” la encontramos en la Septuaginta en los siguientes pasajes (para destacar el uso de “fátne” voy a colocar entre paréntesis la palabra que refleja el uso de “fátne” en la Septuaginta):

2 Crónicas 32.28 Asimismo hizo depósitos para las rentas del grano, del vino y del aceite, establos (“fátne”) para toda clase de bestias, y apriscos para los ganados.

Isaías 1.3 El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre (“fátne”) de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento.

Joel 1.17 El grano se pudrió debajo de los terrones (“fátne”), los graneros fueron asolados, los alfolíes destruidos; porque se secó el trigo.

Habacuc 3.17 “Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales (“fátne”).”

Job 6.5 “¿Acaso gime el asno montés junto a la hierba? ¿Muge el buey junto a su pasto?(“fátne”)

Proverbios 14.4 “Sin bueyes el granero (“fátne”) está vacío; Mas por la fuerza del buey hay abundancia de pan.”

Conclusión: ¿Dónde fue, por fin, donde María acostó al niño? Respuesta: María acostó el niño en el “establo”, ya que al no encontrar lugar en el edificio donde se alojaban los viajeros (el mesón), tuvieron que alojarse en la parte del mesón utilizada para guardar el ganado, es decir, el establo. Por tal razón favorezco la traducción de la Versión Popular, a saber: “Y allí nació su primer hijo, y lo envolvió en pañales y lo acostó en el establo, porque no había alojamiento en el mesón” (Lucas 2:7).

En este mismo sentido, quiero poner de relieve que la versión Reina Valera 1995 de estudio tiene una interesante nota al pié de página respecto de la palabra “pesebre” en Lucas 2.7: “Especie de cajón en el que se daba de comer a las bestias. La palabra griega también puede referir al establo en su conjunto”.

Por otro lado, cierto es que el matiz que ha primado en las distintas versiones de la Biblia respecto de la palabra “fátne” como “pesebre” (Especie de cajón donde comen las bestias) y no como “establo” (Lugar cubierto en que se encierra ganado para su descanso y alimentación), no es un matiz propio del griego. De hecho, la palabra “fátne” es ambigua y puede hacer referencia a cualquiera de las dos ideas. Lo que probablemente ocurrió es que una vez entró en el escenario de la historia el invento de los “nacimientos” de San Francisco de Asís (año 1223 d. E.), la idea del “pesebre” (como el cajón donde comen las bestias) se impuso en las versiones de la Biblia (incluso los léxicos y diccionarios griegos), y hasta ha influenciado la forma en que la Real Academia Española misma ha manejado y explicado las dos acepciones de la palabra “pesebre.” 

Respecto al uso de “fátne” en la Septuaginta (el Antiguo Testamento en griego), se nota también lo problemático de su uso, y las dificultades de interpretación que origina.


¡Hasta la próxima!

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